Intención frente a impacto: alinear ambos con una mejor comunicación

CoachHub · 7 November 2022 · 6 min read

Los malentendidos afectan a nuestras vidas a nivel personal y a nuestras experiencias en el entorno laboral. Son el resultado de suposiciones que hacemos según nuestras percepciones. Una mala comunicación provoca interpretaciones erróneas de los eventos que nos rodean. Estos malentendidos derivan de la brecha existente entre intención e impacto.

Pero dicha brecha se puede salvar con una comunicación abierta y honesta. En este artículo, exploramos las diferencias entre intención e impacto, cómo resolver conflictos entre estos dos conceptos y cómo alinear ambos estratégicamente.

Impacto frente a intención: definición

Significado de intención: en pocas palabras, la intención es aquello que queremos hacer, es decir, la motivación o el propósito de nuestras acciones o conversaciones.

Significado de impacto: el impacto es lo que logramos, es decir, los resultados de lo que hacemos o lo que decimos, y cómo se perciben nuestras acciones o palabras.

La diferencia entre ambos es que lo que queremos hacer o decir puede ser contrario a lo que finalmente sucede.

intent vs impact

La diferencia: la intención es personal, el impacto no lo es

La diferencia entre la intención y el impacto puede explicarse mejor según dos de Los cuatro acuerdos, una filosofía basada en la antigua sabiduría tolteca, tal como explica don Miguel Ruiz: “Nunca asumas nada”, lo que significa que no podemos saber con claridad la intención de la otra persona o sus percepciones. “No te tomes nada como algo personal”, lo que significa que el impacto que recibimos no tiene que ver con nosotros.

Aunque la intención es personal, está condicionada por cómo deseamos que nos vean, el impacto no. El impacto está formado por las percepciones, experiencias, prejuicios y creencias individuales. Por lo tanto, no es algo igual para todos.

Debido a las diferencias de nacionalidad, etnia, edad, sexo e incluso experiencia, cada persona reacciona de forma diferente a las acciones y palabras. El impacto que ejercemos en los demás es un reflejo de sus propias percepciones, no un reflejo de nuestro propio carácter. Aunque no es personal, el impacto puede sentirse como algo personal. Podemos sentirnos juzgados o atacados cuando nuestras intenciones, aunque bienintencionadas, no prosperan.

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Diferenciar las buenas intenciones frente a un impacto dañino

Para entender mejor la diferencia entre una intención positiva y el impacto dañino, veremos algunos ejemplos:

  • Si derramas café caliente sobre alguien mientras rellenas su taza, tu intención es ser útil. No quisiste causar ningún daño.
  • Elogias la ropa de un compañero de trabajo, pero este se lo toma como una sutil indirecta sobre lo normal que viste.
  • Ofreces consejos sin que te lo pidan, con la intención de servir de ayuda. Sin embargo, esto se percibe como una actitud crítica o controladora.
  • Supongamos que adoptas un enfoque poco convencional para solucionar un problema técnico. Tienes la intención de aportar una solución innovadora. La solución no tiene éxito, y como resultado, tu superior pierde tiempo y dinero.

El impacto versus la intención: ¿cuál es más importante?

En un conflicto, uno puede sentirse tentado a elegir entre intención e impacto. Tendemos a ver las cosas en términos de bueno y malo.

Si nos centramos en el impacto, anteponemos la percepción a la intención. Y esperamos que los demás sepan cómo se apreciarán sus acciones. Sin embargo, si asumimos que la intención es buena, eximimos de responsabilidad a los demás por el impacto negativo. De esa manera se minimizan las emociones, se controlan las reacciones y, posiblemente, se deja al margen a las minorías.

Hay una gran diferencia entre la inculpabilidad y la responsabilidad. Una persona podría ser responsable de reacciones no deseadas sin ser objeto de culpa o castigo.

 

Cómo no reaccionar ante un impacto no deseado

En algunas de las situaciones anteriores, el impacto podría haberse evitado con un mayor cuidado o una mejor planificación. Pero a menudo, no podemos prever el impacto que tenemos en otras personas. Es fácil ponerse a la defensiva cuando nuestras buenas intenciones tienen resultados negativos no deseados. Pero nuestra buena intención no arregla la situación y una actitud defensiva puede añadir aún más gravedad al daño provocado.

La clave para salvar, o ampliar, la brecha entre una buena intención y un impacto negativo está en la forma en la que respondemos. Puede que no podamos controlar las emociones de una persona, pero eso no significa que no sean válidas. No podemos corregir un resultado no deseado minimizando las emociones con palabras como:

  • No pretendía…
  • Lo siento si…
  • Lo siento, pero…
  • Lamento que…
  • Eres demasiado sensible.
  • ¿Por qué siempre se trata…

 

Una conversación eficaz salva la brecha entre la intención y el impacto

Cuando nuestro impacto es contrario a nuestras intenciones, la forma en que avanzamos es clave para subsanar esa brecha. En lugar de ponernos a la defensiva, podemos aprovechar la oportunidad para escuchar, aprender, mostrar empatía y mejorar. Podemos resolver un conflicto causado por nuestras acciones con una conversación abierta y honesta. Para empezar a reducir la brecha:

  • Debemos tratar de entender la percepción de la otra persona.
  • Debemos aceptar que el resultado de nuestra acción no se ha correspondido con la intención.
  • Debemos asumir la responsabilidad de las consecuencias imprevistas de nuestras acciones.
  • Debemos ofrecer una disculpa honesta.

A menudo, ni siquiera somos conscientes de que nuestras palabras o acciones se pueden percibir como microagresiones (discriminación indirecta o no intencionada). Pero esto no significa que la transgresión se perciba erróneamente. Podemos salvar la brecha entre la intención y el impacto tratando de comprender las percepciones y emociones de nuestros compañeros de trabajo.

 

La ciencia de la intención

Además de tratar de entender las percepciones de los demás, también podemos alinear nuestra intención con el impacto que ejercemos. Algunos especialistas plantean la hipótesis de que comunicar nuestra intención a nosotros mismos puede alinear nuestros cuerpos con nuestra intención. Según el profesor emérito de la Universidad de Stanford, William A. Teller, la investigación demuestra que la intención humana puede modelar nuestra realidad física. Lynne McTaggart lleva esta idea más allá en su libro El experimento de la intención. La autora propone que la investigación realizada en Princeton, MIT y Stanford demuestra que la intención da forma a todos los aspectos de nuestras vidas.

 

Cómo el coaching puede mejorar la comunicación y alinear la intención con el impacto

Al igual que comunicar la intención a nosotros mismos tiene un impacto real en nuestros cuerpos y nuestras vidas, una comunicación eficaz de la intención puede transformar el lugar de trabajo. Cuando los líderes de empresas comunican de forma clara la intención, sus equipos pueden alinearse con esa intención y actuar en consecuencia. Comprender cómo nuestras acciones influyen entre sí es el primer paso para conseguir el impacto que deseamos.

Para plasmar nuestra intención en su totalidad, debemos ir un paso más allá comunicándonos claramente y actuando según nuestros objetivos. De este modo, se moldea la cultura del entorno laboral, la experiencia del cliente y la percepción de la marca. Además, los líderes revelan su intención a los empleados a la hora de resolver los conflictos en el lugar de trabajo: ¿Minimizan el impacto, castigan las buenas intenciones que tienen un impacto negativo o tratan de entender, empatizar y prevenir los conflictos?

Si tu empresa, la dirección o el personal necesitan ayuda para alinear la intención con el impacto, el coaching puede ser muy útil. CoachHub es un referente en el sector del coaching y la orientación profesional para empleados de todos los niveles. Nuestros servicios incluyen herramientas de coaching digital. Descubre cómo nuestros programas de coaching pueden ayudarte a ti y a tus equipos a alinear estratégicamente las buenas intenciones con un impacto positivo.

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