3 claves para mejorar el compromiso laboral en la nueva normalidad

Con los índices de estrés, ansiedad y depresión disparados y la «Gran dimisión» en pleno apogeo, los empleados que aún tienen trabajo se sienten más quemados, desconectados y perdidos que nunca. Un estudio de Spring Health dirigido por The Harris Poll descubrió que «más de tres cuartas partes (76%) de los trabajadores de EE.UU. experimenta actualmente agotamiento laboral».

En el paradigma pospandémico, el compromiso de los empleados ha pasado de la emoción a expresar empatía. En lugar de actividades o fiestas de fin de año para cohesionar el equipo, es más importante que los líderes sean más empáticos con sus empleados para fomentar un entorno de trabajo comprensivo.

El informe «2021 Mental Health at Work Report» de Mind Share Partners sobre la salud mental en el trabajo reveló que «el 68% de los millennials y el 81% de la generación Z han dejado su trabajo por razones de salud mental, entre las que se incluye un entorno de trabajo agobiante e insostenible».

Este mismo estudio reveló que «el 91% de los encuestados cree que una cultura empresarial debe respaldar la salud mental». Por ello, los empresarios no deben restar importancia al toque humano, a la calidez y a la atención que crean sentimientos de seguridad en el lugar de trabajo, lo que permite al personal gestionar mejor su estrés y mejorar su bienestar.

Te contamos tres claves para que una empresa pueda aumentar el compromiso laboral en la nueva normalidad.

Coaching más allá del cuerpo directivo

El coaching aumenta el engagement de los empleados ―es decir, su compromiso, su implicación― porque así pueden sentir que se les ve, escucha e implica. Un estudio de la International Coaching Federation descubrió que «el 80% de las personas que reciben coaching señalan un aumento de la confianza en sí mismas y más del 70% se benefician de una mejora del rendimiento laboral, de las relaciones y de unas habilidades de comunicación más eficaces».

Si bien el coaching para el cuerpo directivo es lo normal, las empresas deberían considerar brindarle esta oportunidad también a otros empleados. Para ello, nos referimos a que se contraten como coaches a profesionales externos, en vez de asignarles la tarea simplemente a los jefes. Aunque una cultura de coaching interno es saludable para fomentar una mentalidad de liderazgo, solo un coach certificado cuenta con formación profesional y con una certificación para cumplir estas expectativas.

Además, puede que muchos trabajadores no se sientan cómodos hablando abiertamente con sus superiores sobre sus retos de desarrollo profesional por miedo a parecer incapaces en su trabajo. Aquí es donde entra en juego CoachHub, que ofrece coaching para profesionales en una plataforma que garantiza total profesionalidad y confidencialidad.

Hacer que los empleados se impliquen en el lugar de trabajo es fundamental para el éxito de cualquier empresa y aquí el coaching puede ayudar de muchas maneras. Ofrece oportunidades de desarrollo y una mayor inteligencia emocional, al aportar un feedback que genera responsabilidad, lo que ayuda a los empleados a fijarse y alcanzar objetivos. Así se genera interés en las plantillas, lo que hace que la productividad sea mayor a la habitual en un entorno de oficina sin supervisión ni orientación.

Una buena forma de que los empresarios impliquen a sus equipos es con métodos de comunicación eficaces, como compartir la importancia y el impacto de tareas concretas en lugar de limitarse a dar instrucciones sobre lo que necesitan.

Y lo que es más importante, las empresas que crean este tipo de cultura en la que los empleados identifican como «momentos de coaching» las oportunidades para ayudarse mutuamente, incluso fuera de su ámbito o capacidad oficial, generan un entorno de apoyo por el que sienten que son importantes y que se les aprecia, lo que aumenta sus niveles de implicación.

La narración como una poderosa herramienta

Una de las herramientas más poderosas que puede emplear un líder para impulsar el compromiso laboral es compartir historias auténticas y personales que den vida a los valores, la misión y la visión de la empresa ―un recurso que en inglés se suele denominar storytelling―.

Así, las empresas pueden conectar con los empleados en lo emocional y resonar con su necesidad de sentir seguridad, pertenencia, de formar parte de algo significativo y que vale la pena allá donde los hechos y las cifras no llegarán nunca.

Según un estudio de Paul J. Zak, director fundador del Centro de Estudios de Neuroeconomía de la Claremont Graduate University, «las historias basadas en las personas desencadenan la liberación en la sangre de oxitocina ―conocida como “hormona de la empatía”―, que nos motiva a crear vínculos».

Este fuerte vínculo y sentido de pertenencia fomentan la fidelidad de las plantillas y la mejora de las relaciones, lo que a su vez genera un entorno de trabajo más saludable con el que los empleados pasan a ser embajadores de la marca.

Cuando la narrativa interna de una empresa potencia el compromiso de los empleados, les ayuda a sentirse parte integrante de algo más grande, les inspira una mayor lealtad, mejora su productividad, reduce la rotación del personal y aumenta el impacto positivo en los clientes al alinearse con la narrativa de la marca.

Construir una comunidad fuerte

La creación de una comunidad marca toda la diferencia en el compromiso laboral. Los empleados que «sienten que pertenecen a una comunidad relatan un mayor nivel de felicidad en el trabajo», según el informe de LinkedIn «Inside the Mind of Today’s Candidate». Este sentido de comunidad es esencial para el crecimiento de la cultura de la empresa, en la que cada persona se siente conectada y respetada mientras trabaja por objetivos compartidos.

Según el informe de Gallup, «los equipos muy comprometidos muestran un 21% más de rentabilidad». Por su parte, la investigación de The Engagement Institute ―un estudio conjunto de The Conference Board, Sirota-Mercer, Deloitte, ROI, The Culture Works y Consulting LLP― descubrió que «los empleados que no se implican cuestan a las empresas estadounidenses hasta 550.000 millones de dólares al año».

La creación de un sentimiento de comunidad entre los compañeros ayudará a crear confianza, ya que las personas que se conocen bien tienen más probabilidades de desarrollar relaciones duraderas que promuevan el trabajo en equipo en una empresa.

Esta cohesión fomenta una mejor comunicación con la que resolver rápidamente cualquier problema que pueda llevar a malentendidos dentro de los equipos y entre ellos, lo que aumenta la productividad, crea un mejor entorno de trabajo y un proceso eficiente que conduce a un aumento de los beneficios.

El personal que colabora estrechamente acaba compartiendo intereses y objetivos similares. También les permite trabajar de manera más eficaz como equipo, ya que pueden aprovechar los puntos fuertes de cada miembro y saber quién está pasando por un momento difícil o necesita más apoyo.

La creación de estas comunidades les ayuda a construir su identidad y su sentido de pertenencia, lo que les hace sentir que son bienvenidos y que se valoran sus esfuerzos, sin que se sientan como un engranaje más.

Este sentido de comunidad y red de apoyo supone un consuelo y les da algo a lo que recurrir cuando las cosas se ponen difíciles, lo que aumenta el compromiso de los empleados.

En conclusión: liderazgo con humanidad

Un compromiso laboral fuerte ayuda a las empresas a crear una mejor cultura de trabajo y a que los empleados estén más felices, al mejorar las tasas de retención, aumentar la productividad y repercutir en positivo en los beneficios.

Por lo tanto, los empresarios que deseen mejorar este aspecto deben ampliar el alcance del coaching al personal más allá del cuerpo directivo, aprovechar el storytelling como la poderosa herramienta que es y construir una comunidad dentro de la organización.

Si hay una lección que aprender de esta «Gran dimisión» es que los profesionales quieren trabajar para líderes que comparten sus valores, se preocupen por ellos y los traten bien en todos los aspectos.

Si mantienen el compromiso laboral y lideran con humanidad, los empresarios no tendrán problemas para encontrar y retener a grandes talentos que quieran dar lo mejor de sí mismos en esta nueva normalidad.